martes, 21 de octubre de 2008

Los tebeos

(Publicado en el antiguo "Mi pasado")









Nuestro querido y buen amigo José María, me ha recordado en uno de sus entrañables comentarios, que todavía no he escrito nada sobre “Los Tebeos”, unas publicaciones características de la época y que han tenido distintas lecturas por los “sesudos y sabihondos” de turno… Que si eran un modo de adoctrinamiento, que si el Guerrero del Antifaz era fascista, que si Roberto Alcázar y Pedrín eran de derechas y machistas, que si, que si… bueno, todo lo que a ellos les viene en gana pensar… O no vivieron en aquella época, o no leían tebeos, o eran tan sosos como ahora, porque la realidad fue bien distinta.
El primer tebeo que recuerdo fue El Guerrero del Antifaz, que vio la luz en el año 1944 de la mano del genial dibujante Manuel Gago.
Mis hermanos empezaron a coleccionarlo desde el número uno, siendo fieles todas las semanas a su adquisición hasta el último ejemplar. Si piensas que en casa teníamos la colección entera no te equivocas, aunque en la actualidad solo conservo unos pocos ejemplares que se salvaron del “pillaje”, y no te cuento lo que pasó porque no viene al caso. En casa estábamos todos los hermanos pendientes de las aventuras de este héroe cristiano, desterrado por su gente por creer que se trataba de un renegado árabe; despreciado por los árabes, por considerarlo un “perro” cristiano. Su amor, la condesita Ana Maria, su fiel escudero Fernando, el conde de Roca, el conde de Torres, Alí-Kan -rey moro, que creía ser el padre del Guerrero y al que odiaba-…

“El éxito de la saga del Guerrero del Antifaz fue fulminante, entre otras cosas por la combinación tan bien realizada entre los dibujos y los guiones, con una historia dramática de arranque que apasionó desde el primer momento, un escenario que es el de la lucha entre moros y cristianos en la época de los Reyes Católicos cuando éstos pretendieron unificar España y echar fuera del territorio nacional a los árabes. Es a veces romántico y en otras ocasiones brusco y cruel. El lenguaje utilizado, propio de la época, las acciones que se nos muestran, que están cargadas de pasión, con personajes que aman y odian, que evolucionan y pueden morir, como de hecho ocurre con varios de ellos. La violencia mostrada visualmente en estas aventuras a través de cárceles y mazmorras, torturas, sadismo y la enorme sensualidad de las mujeres que van apareciendo a lo largo de la saga, ejercieron también un poderoso atractivo para todos los lectores de la época y si bien al principio iba dirigida, por ser simplemente una colección de "tebeos", al público infantil, debido a la trama argumental tan bien desarrollada y tan cargada de emotividad, provocó que fácilmente los no tan jóvenes se pudieran enganchar rápidamente a esta historia trepidante llena de aventuras.” (De la web).




También fueron mis héroes los protagonistas de la serie “Roberto Alcázar y Pedrín”, un detective y su ayudante que protagonizaron innumerables aventuras, persiguiendo a ladrones y asesinos. “Roberto Alcázar es un periodista e intrépido aventurero que viaja a Argentina en un trasatlántico, para cobrar una herencia. Durante el trayecto descubre a un polizón: Pedrín, un joven muchacho al que adopta como ayudante.Unos años más tarde, Roberto pasa a trabajar como agente de la Interpol y sus aventuras adquieren un carácter cosmopolita al ser narradas desde los países más remotos del mundo.Su mejor arma, los puños. En casi todas las aventuras, conseguía reducir a los villanos a fuerza de puñetazos.”

Otros de mis favoritos fueron El Jinete Fantasma, el Pequeño Luchador, El enmascarado, la serie policía FBI, Hazañas Bélicas… y ¡como no! el TBO, como la gran revista de humor de aquella época. “En España las historietas no se popularizaron tanto como en otros países. Los cómics españoles surgieron de la revista TBO. En dicha publicación aparecieron personajes tan conocidos por como el profesor Franz de Copenhague, que tampoco aprobó nunca las matemáticas o la familia Ulises. Otras famosas revistas dedicadas al humor fueron Pulgarcito. Incluso había una revista dedicada a chicas que se llamaba Lily. Las historietas de aventuras fueron bastante populares durante los años 50-70. A diferencia de los superhéroes americanos, nuestros héroes pretendían ser históricos. El Guerrero del Antifaz empezó a editarse en 1944. Es por tanto, nuestro primer héroe enmascarado. El Capitán Trueno corre numerosas aventuras al lado de sus inseparables amigos Goliat y Crispín, a los que se suele unir la bella Sigrid. El Jabato es un íbero que, lucha siempre al lado de los más débiles. Otro personaje destacado es el Corsario de Hierro. El tebeo de producción española ocupó en aquellos años un lugar de honor poniendo al alcance de todos los bolsillos materias tan impagables, en época de escasez, como ilusión, entretenimiento, cultura.” En fin, que yo me divertía leyendo los tebeos y, en cierto modo, adquiría cultura, pues gracias al Guerrero del Antifaz podía visitar Argel, Túnez, Turquía, Arabia, viajar por el Mar Mediterráneo… conocer que era un emir, un alfanje, una cimitarra, una espada toledana, que era un razzia, un harén, una hurí , un mameluco… y todo eso con poquísimos años…
Los tebeos se compraban , se vendían, se cambiaban, se alquilaban, se leían en las siestas a la sombra de un árbol, se comentaban, se coleccionaban, se imitaba a los héroes en sus innumerables virtudes y, contra lo que podría creerse, no generaban violencia. Con la llegada de la televisión en los años sesenta, los tebeos fueron desapareciendo poco a poco, con la misma velocidad con que en cada uno de nosotros lo iba haciendo también nuestra infancia y juventud…

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